La Madame Lidoine de la soprano rumana Luiza Fatyol fue excelente particularmente por la adecuación de su instrumento esencialmente lírico trabajado con apropiado fraseo y sobriedad en lo expresivo, en clara sintonía con el ambiente carmelita de la comunidad.
Pensemos que este aspecto musical tiene una importancia capital en el pensamiento canoro de Francis Poulenc, que debe producirse también en los otros cantantes del reparto como así ocurrió con la nueva priora, encarnada por la soprano rumana Luiza Fatyol, cuya emisión destacaba entre las de su tesitura y carácter por su fuerza expresiva, colocación y sentido arioso de su canto, muy natural y melódico con seguros momentos de expansión dinámica que realzaban su posición dominante en las decisiones de la comunidad, convirtiéndose así en una especie de hilo conductor en el devenir trágico del desenlace de la historia.
La Madame Lidoine de la soprano rumana Luiza Fatyol fue excelente particularmente por la adecuación de su instrumento esencialmente lírico trabajado con apropiado fraseo y sobriedad en lo expresivo, en clara sintonía con el ambiente carmelita de la comunidad.
Pensemos que este aspecto musical tiene una importancia capital en el pensamiento canoro de Francis Poulenc, que debe producirse también en los otros cantantes del reparto como así ocurrió con la nueva priora, encarnada por la soprano rumana Luiza Fatyol, cuya emisión destacaba entre las de su tesitura y carácter por su fuerza expresiva, colocación y sentido arioso de su canto, muy natural y melódico con seguros momentos de expansión dinámica que realzaban su posición dominante en las decisiones de la comunidad, convirtiéndose así en una especie de hilo conductor en el devenir trágico del desenlace de la historia.
Dann treffen sich die Liebenden: Ihre leidenschaftlichen Schwüre gehören sicherlich zu den starken Momenten des Abends. Der leuchtende, schlankgeführte und dennoch warme Sopran von Luiza Fatyol (Salomé) bringt die Facetten dieser Figur zur Geltung. Schade, dass sie durch einen Unfall einen Arm in der Schiene trug, nur von der Seite aus sang und Regie-Assistentin Lotte Zuther an ihrer statt auf der Bühne agierte.
Sopranistin Luiza Fatyol sollte eigentlich die Salomé auf der Bühne verkörpern, doch nun stand sie bei der Premiere, den geschienten Arm in der Schlaufe, am Bühnenrand und lieh von dort aus ihre schön geführte Stimme der Regieassistentin Lotte Zuther, die an ihrer Stelle nun stumm auf der Bühne agierte.
Schließlich ist gerade eben noch Liù in den Freitod gegangen. Besonders beglückend ist das nicht, vor allem, wenn hier eine solch prachtvolle Rolle so brutal beendet wird. Um nicht zu sagen, die emotional einnehmendste Rolle. Luiza Fatyol, eine der wichtigsten jungen Stimmen im Ensemble der Rheinoper, überzeugt an diesem Abend weniger durch Lautstärke, denn mit Spielfreude und Feingeist. Und bleibt damit immer noch im Vorteil.
Luiza Faytol lui donne la réplique en Térézine avec une diction presque aussi irréprochable que celle du ténor français. Au-delà des minauderies en partie appelées par le personnage, la soprano roumaine libère progressivement son émission au fil de la soirée en même temps que la sincérité de la jeune coquette.
Über "Pagliacci" ist vor allem das sensationelle Nedda-Debüt der Sopranistin Luiza Fatyol zu vermelden - kongenial für diese teils tragische, teils verspielte Figur.
So geht Opern-Komödie heute, und auch musikalisch ist das sensationell. Vor allem zu vermerken ist das epochale Rollendebüt der jungen rumänischen Sopranistin Luiza Fatyol. Ihre Adina blüht nicht nur stimmlich (und darstellerisch), sie führt auch die Dimensionen dieses Charakters vor, die Entwicklung von der kapriziösen Intrigantin zur wahrhaft Liebenden.